State of the nation
Como cada 31 de mayo me toca hacer balance. Hoy cumplo siete años en Madrid. El año pasado me preguntaba si llegaría al séptimo y, tras unos cuantos vaivenes, así ha sido a pesar de que las condiciones laborales no mejoran (lamentablemente, tampoco en mi tierra) y pese a que la habitabilidad de esta urbe autocomplaciente, superpoblada y clasista cada vez va a peor. En todo caso, no se vislumbran a medio plazo soluciones que vayan más allá de la ya tan cacareada lucidez de Nacho Vegas en su canción "Nuevos planes, idénticas estrategias": "Y tracé un ambicioso plan/ consistía en sobrevivir". Pues, una vez más, éste será el que siga a rajatabla el séptimo año. Lo del octavo, a modo. Ya lo veremos.
Pero no es cuestión de quejas y agonías. Eso era factor de otros tiempos y arma de otras personas. El estado de mi nación (recordando aquel lema de la Xeración Pardilla, "Cada home é unha patria") es bueno, mejor que el de antaño. Saavedra va bien, podría decir, quizás con las cosas más claras y pringues los justos.Dentro de lo que es el estado del noventa por ciento de la poblacíón mundial, sigo siendo uno de los grandes privilegiados.
Hoy toca doble balance, además, porque mañana me piro al Primavera Sound y ese festival, desde que llevo vida de freelance, lo tomo como barómetro para calibrar lo que ha sucedido desde el anterior Primavera.Este año va con trampa porque casi lo deberían llamar Verano Sound pero, en fin. Se anticipa muy escasa asistencia, y no solo por la falta de reclamos en la cabeza del cartel (ni Pulp, ni White Stripes, ni Pixies, ni New Order), sino sobre todo por la saturación de festivales este año, que obliga a seleccionar mejor, y por lo mucho que se ha comprimido la temporada: apuesto a que, si el Primavera fuera en mayo, el Sónar en junio y el Fib en agosto iría más gente a los tres festivales, pero así no hay posibilidad de recuperación económica. Anyway, ahí estaré disfrutando a mis anchas, con buena compañía, ambiente familiar, buena música, visibilidad y sonido y artistas emocionantes del mejor festival de España. Nada mejor para celebrar mi séptimo aniversario en Madrid yendo a esa Barcelona que nunca defrauda.
Recuerdo que, hace un año y dos semanas me encontraba especialmente cáustico ante el balance festivalero. Era época de un cierto desencanto y de confusión. Asumamos la máxima de unos vigueses a veces sabios y ejerzamos el "ante todo mucha calma". Es tiempo de celebrar que seguimos vivos y despiertos. Y todo lo demás... bueno, lo demás a la mierda.
Canción del día: "Way Out" (Ellen Allien & Apparat)
Frase del día: "Es un asco, y yo me siento muy madrileña, así que me da pena decirlo" (señora hablando en la tele sobre la huelga de recogida de basuras)